ruta que hará el grupo senderoxtrem junto a grupos amigos

Soberbia ruta por la SIerra de Espadán. Partiendo de Alfondeguilla se asciende a la Paridera para descender por senda al pintoresco pueblo de Chóvar. A partir de aquí entre alcornoques subiremos hasta el collado de la Nariz para bajar a Eslida y continuar por alguna senda hasta Artana, desde donde tras la tercera subida del día descenderemos por senda al punto de partida.

La ruta está descrita en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4312216
Dependiendo del grupo, podremos bajar por pista a Eslida en lugar de hacerlo por la trialera más técnica de la ruta. En ese caso la dificultad de la ruta sería moderada.

Hora salida 8:20
Lugar salida en el parking que hay enfrente de la estación de Lliria
El almuerzo sera en bar cuando lleguemos a Pedralba
La ruta tiene de todo pistas, sendas, asfaltos, subidas, bajadas, llanos,,,,

Ruta de nivel medio con unos 53 km y 1100 m de desnivel.
La ruta sale de la puerta del bar la sarten en la portera.
La hora de salida sera a las 8:15 y espero que acabemos antes de las 14:30.
Primero saldremos a rodar un poco desde la puerta del bar para dirigirnos al Montote, de aquí nos dirigiremos hacia requena para ver su puente medieval, seguidamente iremos a Hortunas y finalmente volveremos a la Portera.
El almuerzo sera en piedra y por el camino no hay fuentes.

Esta ruta nos llevará por parajes muy variados: campos de cereal, bosquetes, y un par de pequeñas sierras desde las que podremos ver el río Jiloca, al que también acompañaremos en un buen tramo por sus riberas.

Esta es la ruta circular que propongo para el aniversario. Tiene unos 30 km. Almorzaremos en Olocau. Y seguro que llegamos a tiempo para el aperitivo.
Saldremos a las 9:00 de la zona de picnik donde celebramos el aniversario.

Esta es la ruta circular que propongo para el aniversario en Marines Viejo. En la Calderona es dificil hacer algo nuevo, pero lo voy a intentar. La ruta tiene 31 km y no es muy dura así que nos permitirá llegar a tiempo para el aperitivo. Almorzaremos en Olocau.

Recorreremos el alto páramo, donde se tocan sin que nadie lo vea Castilla y Aragón, por caminos agrícolas que nacen allí mismos, al lado de los campos de cultivos, en los que la cebada crece verde. Subiremos las sendas que bordean las lomas, las que se alzan a mano derecha para descenderlas alineados, sorteando las rocas traicioneras, pero antes habremos recorrido 4 kilómetros de carretera apenas transitada desde Torralba de los Frailes, inicio del recorrido.

No hay lugar más apartado que esta alta estepa, entre Molina y Daroca. Señales de tráfico tan antiguas que nadie conoce su significado. Una llanura mineral solo rota por las encinas centenarias y el sonido de alguna grulla.

En el interior del cañón no discurre ni una gota de agua. El aspecto que nos depara es más sobrecogedor conforme avanzamos. Los acantilados de roca caliza van ganando altura, muros anaranjados de 100 mts de elevación, y nosotros avanzamos por una avenida de verde hierba y vegetación. Tenemos que solventar estrechos y angostos pasos, empujar y reptar, tirar y asistirnos entre nosotros para fijar algún insalvable paso sobre las rocas que interrumpen el paso.

Desde los torreones arañados por la acció

Recorreremos el alto páramo, donde se tocan sin que nadie lo vea Castilla y Aragón, por caminos agrícolas que nacen allí mismos, al lado de los campos de cultivos, en los que la cebada crece verde. Subiremos las sendas que bordean las lomas, las que se alzan a mano derecha para descenderlas alineados, sorteando las rocas traicioneras, pero antes habremos recorrido 4 kilómetros de carretera apenas transitada desde Torralba de los Frailes, inicio del recorrido.

No hay lugar más apartado que esta alta estepa, entre Molina y Daroca. Señales de tráfico tan antiguas que nadie conoce su significado. Una llanura mineral solo rota por las encinas centenarias y el sonido de alguna grulla.

En el interior del cañón no discurre ni una gota de agua. El aspecto que nos depara es más sobrecogedor conforme avanzamos. Los acantilados de roca caliza van ganando altura, muros anaranjados de 100 mts de elevación, y nosotros avanzamos por una avenida de verde hierba y vegetación. Tenemos que solventar estrechos y angostos pasos, empujar y reptar, tirar y asistirnos entre nosotros para fijar algún insalvable paso sobre las rocas que interrumpen el paso.

Desde los torreones arañados por la acción del agua, una familia de buitres nos observa entre divertidos y preocupados. “¿Qué harán estos tíos empeñados en subir ese chisme encima de esa roca? Cada día vienen cabras más locas.”

Es increíble la belleza que nos envuelve, quien lo iba a pensar, del secano páramo a la frondosa vegetación del fondo del cañón que nos obliga a circular como por un túnel, evitando los rodados cantos, musgosos, resbaladizos, en umbrías donde el sol no llega crecen fresnos, sauces, arces, chopos formando una selva.

Más abajo el misterio se desvanece, las aguas del río que desaparecieron tragadas por la tierra, afloran lánguidas en cinco surgencias como cinco ojos de unos 4 metros de diámetro cada uno en los llamados "Ojos del Piedra" en Cimballa. El agua mana y constituyen un caudal casi fijo. Esta agua contiene, ahora, una alta concentración de carbonato calcico y al salir del manantial se deposita sobre el suelo, las plantas, el musgo, creando una costra caliza que va creciendo progresivamente y es este carácter petrificador es el que da nombre al río: Rio Piedra.

Tomado de http://la-iguana-juana.blogspot.com.es/2015/05/ruta-21-hoces-del-rio-piedra.html